Receta de Guisantes con jamón y cebolla

Receta de Guisantes con Jamón y Cebolla: Fáciles y Deliciosas

Receta de Guisantes con Jamón y Cebolla: Fáciles y Deliciosas

Los guisantes, también conocidos como arvejas o petit pois, son una de las hortalizas más versátiles y deliciosas que podemos encontrar en la cocina. Este pequeño grano, procedente de la planta Pisum sativum, ha sido un ingrediente básico en infinidad de platos a lo largo de la historia. Su sabor suave, textura tierna y versatilidad en la cocina los convierten en un componente ideal para crear recetas tanto tradicionales como innovadoras. Hoy, vamos a sumergirnos en una de las preparaciones más clásicas y sabrosas que se pueden elaborar con guisantes: la receta de guisantes con jamón y cebolla.

Esta receta, que combina los guisantes con el jamón serrano y la cebolla, es una explosión de sabores que deleita el paladar. Es un plato sencillo, pero que requiere atención en los detalles para sacar el máximo provecho a cada ingrediente. A continuación, exploraremos cómo preparar esta delicia, respondiendo a algunas de las preguntas más frecuentes sobre su elaboración y beneficios nutricionales.


¿Cuánto tiempo se deben cocer los guisantes?

Una de las preguntas más comunes al preparar guisantes es el tiempo de cocción. La cocción adecuada es clave para disfrutar de su textura ideal, ya que unos guisantes cocidos en exceso pueden resultar blandos y poco apetitosos, mientras que unos guisantes poco cocidos pueden ser duros y difíciles de digerir.

¿Cuánto tiempo deben cocerse los guisantes? La respuesta depende del método de cocción y del tipo de guisantes que utilicemos. A continuación, te presentamos algunas opciones:

  1. Guisantes frescos: Si optamos por guisantes frescos, el tiempo de cocción será más prolongado. Se recomienda cocinarlos en agua hirviendo con un poco de sal durante unos 20-25 minutos, o hasta que estén tiernos. Es importante añadirlos cuando el agua esté en ebullición y dejar que se cocinen a fuego medio.

  2. Guisantes congelados: Los guisantes congelados son una excelente opción, ya que mantienen gran parte de sus nutrientes y su sabor. En este caso, el tiempo de cocción se reduce considerablemente. Bastan 5-8 minutos en agua hirviendo o al vapor. Es importante no cocinarlos en exceso, ya que pueden perder su textura.

  3. Guisantes en conserva: Si utilizamos guisantes enlatados, el tiempo de cocción es prácticamente nulo. Tan solo necesitan ser calentados en una sartén con un poco de aceite o mantequilla, junto con los demás ingredientes, durante unos 2-3 minutos.

En el caso de nuestra receta de guisantes con jamón y cebolla, recomendamos utilizar guisantes frescos o congelados, ya que ofrecen mejor textura y sabor que los en conserva. Sin embargo, si el tiempo es un factor importante, los guisantes en conserva pueden ser una alternativa rápida y efectiva.


¿Es bueno cenar guisantes con jamón?

La cena es una de las comidas más importantes del día, ya que ayuda a recargar energías después de una jornada larga y a preparar el cuerpo para el descanso nocturno. Muchas personas se preguntan si es recomendable incluir guisantes con jamón en la cena, especialmente si están siguiendo una dieta equilibrada o tienen restricciones alimentarias.

La respuesta es sí, siempre y cuando se cocinen de manera saludable y se controle el tamaño de las porciones. A continuación, te presentamos algunos motivos por los que los guisantes con jamón pueden ser una excelente opción para cenar:

  1. Aporte de proteínas: El jamón serrano es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, esenciales para el mantenimiento muscular y la reparación tisular. Por su parte, los guisantes también contienen proteínas vegetales, lo que hace de este plato una combinación perfecta para aquellos que buscan una dieta rica en proteínas.

  2. Bajo contenido calórico: Aunque el jamón puede ser alto en grasas, una porción moderada no eleva significativamente el contenido calórico del plato. Además, los guisantes son muy bajos en calorías y ricos en fibra, lo que los convierte en un alimento saciante y saludable.

  3. Rico en nutrientes: Los guisantes son una fuente excelente de vitaminas como la vitamina C y el ácido fólico, además de minerales como el potasio y el hierro. Por otro lado, el jamón aporta vitaminas del grupo B y minerales como el fósforo.

  4. Fácil digestión: Aunque el jamón puede ser algo salado, si se cocina de manera adecuada y se acompaña de ingredientes como la cebolla y los guisantes, el plato resulta ligero y fácil de digerir, lo que lo hace ideal para la cena.

Si eres una persona que busca una cena equilibrada y nutritiva, los guisantes con jamón y cebolla son una excelente opción. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el jamón puede ser alto en sodio, por lo que es recomendable moderar su cantidad, especialmente si se sigue una dieta baja en sal.


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¿Es sano comer guisantes?

Los guisantes son considerados uno de los alimentos más saludables que podemos incluir en nuestra dieta. Su alto valor nutricional y sus propiedades benéficas para el cuerpo los convierten en un ingrediente esencial en cualquier cocina. A continuación, te presentamos algunos de los motivos por los que es sano comer guisantes:

Propiedades nutricionales de los guisantes

  1. Ricos en fibra: Los guisantes son una excelente fuente de fibra dietética, lo que los hace ideales para mejorar el tránsito intestinal y prevenir problemas como el estreñimiento.

  2. Altos en proteínas vegetales: Aunque no son tan proteicos como las legumbres, los guisantes contienen una cantidad significativa de proteínas vegetales, lo que los hace una excelente opción para vegetarianos y veganos.

  3. Bajos en grasas: Los guisantes prácticamente no contienen grasas, lo que los convierte en un alimento ideal para aquellas personas que buscan perder peso o mantener un régimen alimenticio saludable.

  4. Fuente de antioxidantes: Los guisantes contienen una variedad de antioxidantes naturales que ayudan a proteger el cuerpo contra los radicales libres y a prevenir enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

  5. Ricos en vitaminas y minerales: Los guisantes son una fuente excelente de vitaminas como la vitamina C, el ácido fólico y la vitamina K, así como de minerales como el potasio, el hierro y el manganeso.

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Beneficios para la salud

  1. Mejoran la salud digestiva: La fibra presente en los guisantes ayuda a regular el tránsito intestinal y a prevenir problemas como el estreñimiento y la diarrea.

  2. Ayudan a controlar el azúcar en sangre: Los guisantes tienen un índice glucémico bajo, lo que los hace ideales para personas con diabetes o para aquellos que buscan controlar sus niveles de azúcar en sangre.

  3. Fortalecen el sistema inmunológico: Las vitaminas y minerales presentes en los guisantes, como la vitamina C y el zinc, ayudan a fortalecer el sistema inmunológico y a prevenir enfermedades como los resfriados y la gripe.

  4. Pueden ayudar a perder peso: Debido a su alto contenido en fibra y proteínas, los guisantes generan una sensación de saciedad que puede ayudar a controlar el apetito y a perder peso de manera saludable.

En resumen, los guisantes son un alimento muy saludable que debe ser incluido regularmente en nuestra dieta. Su versatilidad en la cocina y sus numerosos beneficios nutricionales los convierten en un ingrediente ideal para cualquier época del año.


¿Qué cantidad de guisantes por persona?

La cantidad de guisantes que debemos consumir por persona puede variar dependiendo de factores como la edad, el sexo, el nivel de actividad física y los objetivos nutricionales. Sin embargo, existen algunas pautas generales que podemos seguir para determinar la porción adecuada.

Porción recomendada


  • Adultos: Se recomienda consumir entre 100 y 150 gramos de guisantes por persona en crudo, lo que equivale aproximadamente a 12 taza de guisantes cocidos. Esta cantidad aporta alrededor de 55-60 calorías, lo que la hace ideal para una cena ligera o como acompañamiento de otros platos.

  • Niños y adolescentes: Para los más pequeños, se puede reducir la porción a 50-80 gramos por persona, dependiendo de su edad y nivel de actividad.

  • Personas con necesidades especiales: En el caso de deportistas o personas con un metabolismo acelerado, se puede aumentar la porción a 200 gramos por persona, ya que los guisantes son una excelente fuente de energía y proteínas.

Consejos para calcular las porciones

  1. Considera el acompañamiento: Si los guisantes son el plato principal, es recomendable aumentar la porción. Si se sirven como acompañamiento, una porción más pequeña será suficiente.

  2. Ten en cuenta el método de cocción: Los guisantes cocidos reducen su volumen, por lo que es importante calcular la cantidad en crudo para asegurarnos de que la porción final sea la adecuada.

  3. Varía las porciones según las necesidades individuales: No todas las personas tienen las mismas necesidades nutricionales, por lo que es importante adaptar las porciones a cada caso.

En nuestra receta de guisantes con jamón y cebolla, recomendamos utilizar 150 gramos de guisantes por persona como plato principal, o 100 gramos si se sirven como acompañamiento. Recuerda que la clave está en encontrar un equilibrio que se adapte a tus necesidades y preferencias.


Receta de Guisantes con Jamón y Cebolla

Ahora que hemos abordado algunas de las preguntas más frecuentes sobre los guisantes, es hora de sumergirnos en la elaboración de esta deliciosa receta. A continuación, te presentamos los ingredientes y los pasos necesarios para preparar guisantes con jamón y cebolla de manera fácil y rápida.

Ingredientes necesarios:

  • 200 gramos de guisantes frescos o congelados (o 1 lata de guisantes en conserva).
  • 100 gramos de jamón serrano (o jamón ibérico, al gusto).
  • 1 cebolla mediana.
  • 2 cucharadas de aceite de oliva.
  • 1 diente de ajo (opcional).
  • Sal al gusto.
  • Pimienta negra recién molida.
  • Un chorrito de vino blanco (opcional).
  • Unas ramitas de perejil fresco para decorar.

Instrucciones:

  1. Preparación de los ingredientes:

    • Guisantes: Si utilizamos guisantes frescos, lávalos bajo agua fría y retira las vainas. Si son congelados, déjalos a temperatura ambiente unos minutos antes de cocinar. Si optamos por guisantes en conserva, escúrrelos bien y enjuágalos con un poco de agua.

    • Jamón: Corta el jamón en tacos pequeños o en lonchas finas, dependiendo de la textura que prefieras. Es importante que el jamón esté en trozos pequeños para que se mezcle bien con los guisantes.

    • Cebolla: Pela la cebolla y pícala en brunoise (trocitos pequeños). Si te gusta un toque más caramelizado, puedes pocharla a fuego lento durante unos minutos más.

    • Ajo: Pela el diente de ajo y pícalo finamente. Este ingrediente es opcional, pero aporta un sabor intenso que realza la receta.

  2. Cocción de los guisantes:

    • Si estás utilizando guisantes frescos o congelados, colócalos en una olla con agua hirviendo y un poco de sal. Cuécelos durante 5-8 minutos (si son congelados) o 15-20 minutos (si son frescos), hasta que estén tiernos. Escúrrelos y resérvalos.

    • Si usas guisantes en conserva, simplemente escúrrelos y resérvalos para añadirlos al final.

  3. Sofrito de cebolla y jamón:

    • En una sartén grande, calienta las 2 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio.
    • Añade el diente de ajo picado y sofríe durante un minuto, hasta que esté fragante.
    • Incorpora la cebolleta picada y sofríe a fuego lento durante 5-7 minutos, o hasta que esté tierna y ligeramente dorada.
    • Añade los tacos de jamón y cocina durante 2-3 minutos, mezclando bien para que se mezcle con el sofrito.
  4. Mezcla con los guisantes:

    • Añade los guisantes cocidos a la sartén con el sofrito de cebolla y jamón.
    • Mezcla bien todos los ingredientes y cocina a fuego lento durante 2-3 minutos, para que los sabores se mezclen.
    • Si lo deseas, añade un chorrito de vino blanco y deja que se evapore el alcohol antes de servir.
  5. Sazonado final:

    • Añade sal al gusto y una pizca de pimienta negra recién molida.
    • Mezcla bien y cocina durante un minuto más para que los sabores se integren.
  6. Presentación:

    • Sirve los guisantes con jamón y cebolla en platos individuales o en una fuente grande.
    • Espolvorea un poco de perejil fresco picado por encima para darle un toque de color y frescura.

Variaciones de la receta

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Una de las ventajas de esta receta es que se puede adaptar a diferentes gustos y preferencias. A continuación, te presentamos algunas variaciones que puedes probar:

  1. Con huevo: Añade un huevo batido a los guisantes y mezcla bien. El huevo cuajarará con el calor, creando una textura cremosa y deliciosa.

  2. Con tomate: Añade un poco de tomate natural picado al sofrito de cebolla y jamón. Esto le dará un toque ácido y fresco al plato.

  3. Con especias: Añade un poco de pimentón, orégano o comino al guiso para darle un toque más intenso y aromático.

  4. Con queso: Espolvorea un poco de queso rallado (parmesano o queso de oveja) por encima antes de servir. El queso aportará un sabor salado y cremoso.

  5. Con pan: Sirve los guisantes con rebanadas de pan tostado o pan integral. El contraste textural es delicioso.


Conclusión

La receta de guisantes con jamón y cebolla es un plato sencillo, delicioso y nutritivo que puede ser disfrutado en cualquier época del año. Su versatilidad en la cocina y su alto valor nutricional lo convierten en una excelente opción para cualquier comida. Además, es un plato ideal para compartir en familia o con amigos, ya que se puede preparar en grandes cantidades y se sirve en pocos minutos.

Recuerda que la clave para disfrutar de esta receta está en la calidad de los ingredientes y en la atención al detalle durante su preparación. Utiliza siempre guisantes frescos o congelados, jamón de buena calidad y cebolla fresca, y no tengas miedo de experimentar con diferentes variaciones para adaptar el plato a tus gustos.

¡Esperamos que disfrutes preparando y degustando esta deliciosa receta!

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