Receta de Buñuelos de manzana al horno

Receta de Buñuelos de Manzana al Horno: Fáciles, Caseros y ¡Deliciosos! | Paso a Paso

¿Por qué mis buñuelos de manzana no quedan crujientes?

La consistencia de la masa es clave

Si la masa de tus buñuelos queda demasiado líquida o densa, afectará directamente la textura. Una masa demasiado acuosa hace que la manzana absorba más aceite, quedando grasosos. Por otro lado, si usas demasiada harina, los buñuelos se volverán gomosos. Asegúrate de seguir las proporciones y mezclar hasta lograr una textura espesa, pero que cubra ligeramente las rodajas de manzana.

La temperatura del aceite no es la adecuada

El error más común es freír los buñuelos a temperatura baja o irregular. El aceite debe estar entre 170°C y 180°C. Si está frío, los buñuelos tardarán en dorarse y quedarán aceitosos. Si está demasiado caliente, se quemarán por fuera y crudos por dentro. Usa un termómetro de cocina o prueba con un trozo de masa: si burbujea sin humear, está listo.

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Falta de ingredientes “secantes” o técnica incorrecta

Incluir elementos como almidón de maíz o harina de arroz en la mezcla ayuda a absorber la humedad de la manzana. Además:

  • No sobrecargues la sartén: freír en lotes pequeños evita que baje la temperatura del aceite.
  • Escurre bien los buñuelos: colócalos sobre papel absorbente o una rejilla después de freír.

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Otro detalle es el grosor de las rodajas de manzana. Si son muy gruesas, soltarán demasiada agua durante la cocción. Corta láminas finas (3-4 mm) para equilibrar la humedad y mantener la crujiencia.

¿Cómo hacer que los buñuelos no queden crudos?

Controla la temperatura del aceite

El error más común al freír buñuelos es usar aceite demasiado caliente o frío. Si el aceite está muy caliente, se dorarán por fuera pero quedarán crudos por dentro. Si está frío, absorberán grasa y no se cocinarán bien. La temperatura ideal es entre 160°C y 180°C. Usa un termómetro de cocina o prueba con un trozo de masa: si sube lentamente, el aceite está frío; si se quema rápido, está muy caliente.

Consistencia adecuada de la masa

Una masa demasiado líquida o densa afecta la cocción. La textura debe ser esponjosa y homogénea. Evita estos errores:

  • Añadir más líquido del indicado en la receta.
  • No mezclar bien los ingredientes, dejando grumos.
  • Usar harina vieja o sin cernir, lo que genera irregularidades.

Tamaño y tiempo de cocción

Los buñuelos grandes tienen mayor riesgo de quedar crudos. Forma porciones pequeñas, como una cucharada medidora, para que el calor penetre uniformemente. Fríelos en tandas, sin saturar la sartén, y déjalos 2-3 minutos por lado, dependiendo de su tamaño. Si al partirlos el interior está pegajoso, falta cocción.

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Deja reposar la masa


Reposar la masa 10-15 minutos antes de freír permite que los ingredientes se integren mejor, especialmente si usas levadura. Esto ayuda a que el centro se cocine sin perder humedad. Si la preparación lleva huevo o líquidos, este paso es clave para evitar una textura cruda.

¿Cómo hacer para que los buñuelos salgan redondos?

Para lograr buñuelos perfectamente redondos, el secreto está en la consistencia de la masa. La mezcla debe ser lo suficientemente espesa para mantener su forma al freírse, pero no tan densa que queden pesados. Si la masa queda líquida, agregar harina poco a poco hasta obtener una textura maleable que no se desparrame en el aceite.

Técnica de moldeado con las manos

Usa dos cucharas para dar forma a los buñuelos: con una toma una porción de masa y con la otra deslízala suavemente para crear una esfera. También puedes humedecer ligeramente las manos con agua o aceite para evitar que la masa se pegue y rodar cada porción entre las palmas con movimientos circulares rápidos.

Control del aceite y temperatura

  • Calienta el aceite a 170-180°C. Si está muy caliente, los buñuelos se dorarán por fuera antes de cocinarse por dentro, deformándose.
  • No satures la sartén: fríe en pequeñas tandas para que el aceite mantenga su temperatura y no se aplasten entre sí.

Utensilios clave para la forma

Una boleadora para helados o una cuchara medidora son ideales para porcionar la masa de manera uniforme. Al soltarla en el aceite, hazlo con suavidad y cerca de la superficie para evitar que se deformen por el impacto. Girarlos una sola vez con una espumadera durante la fritura ayudará a mantener la redondez.

¿Qué hacer para que no se exploten los buñuelos?

Controlar la temperatura del aceite

La temperatura del aceite es clave: si está demasiado caliente, los buñuelos se dorarán rápido por fuera, pero el vapor interno hará que revienten. Lo ideal es mantenerla entre 160°C y 180°C. Usa un termómetro de cocina o prueba introduciendo un trozo de masa: si burbujea sin quemarse, está lista. Si no controlas este punto, los buñuelos perderán su forma y textura.

Mezclar bien la masa y evitar exceso de líquido

Una masa demasiado líquida genera burbujas de aire que rompen la superficie al freír. Para evitarlo:

  • Usa harina con suficiente gluten (como harina de trigo) para dar estructura.
  • No agregues líquidos en exceso: la mezcla debe ser espesa y manejable.
  • Mezcla sin sobrebatir para no incorporar demasiado aire.

Dar forma adecuada y no saturar la freidora

Si los buñuelos son muy grandes o desiguales, el calor no se distribuirá bien. Forma bolitas compactas y del mismo tamaño, sin grietas. Además, fríe en pequeñas tandas: llenar demasiado el recipiente baja la temperatura del aceite y aumenta el riesgo de que se rompan al chocar entre sí.

Por último, deja reposar la masa 15-20 minutos antes de freír: esto permite que los ingredientes se integren y la textura resista mejor el choque térmico. Si sigues estos pasos, lograrás buñuelos dorados, esponjosos y sin explosiones.