Receta delicioso de calabacín glaseado con miel y jengibre
El calabacín glaseado con miel y jengibre es una receta deliciosa y saludable que combina sabores dulces y especiados de manera armoniosa. Este plato no solo es una excelente opción para acompañar carnes, pescados o como guarnición, sino que también se puede disfrutar como un plato principal ligero y nutritivo. La mezcla de la dulzura de la miel con el toque picante del jengibre crea un glaseado que realza el sabor del calabacín, convirtiéndolo en un verdadero manjar para los sentidos. Además, esta receta es ideal para aquellos que buscan incorporar más verduras en su dieta de manera creativa y sabrosa.
En este artículo, exploraremos los beneficios del jengibre y la miel, cómo combinarlos de manera efectiva, y proporcionaremos una guía detallada para preparar este delicioso calabacín glaseado con miel y jengibre. También incluiremos variaciones y consejos para que puedas adaptar la receta a tus gustos y necesidades.
Contenidos
¿Qué hace el jengibre con miel?
El jengibre y la miel son dos ingredientes que, por sí solos, tienen propiedades increíbles para la salud. Sin embargo, cuando se combinan, su efectividad se potencia, creando una mezcla que no solo es deliciosa, sino también beneficiosa para el cuerpo y la mente.
Beneficios del jengibre
El jengibre es una raíz con propiedades antiinflamatorias y digestivas. Se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional para aliviar problemas como la indigestión, las náuseas y los resfriados. Además, el jengibre contiene compuestos como el gingerol, que tiene propiedades antioxidantes y puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
Beneficios de la miel
La miel, por otro lado, es un edulcorante natural rico en vitaminas, minerales y antioxidantes. Tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, lo que la hace ideal para fortalecer el sistema inmunológico. Además, la miel es una excelente alternativa al azúcar refinada, ya que tiene un índice glucémico más bajo y proporciona una sensación de saciedad más duradera.
Cómo se complementan el jengibre y la miel
Cuando se mezclan el jengibre y la miel, se crea una sinergia que potencia sus beneficios individuales. Por un lado, el jengibre ayuda a estimular la digestión, mientras que la miel aporta una dosis de energía natural y humecta las vías respiratorias, lo que puede ser especialmente útil durante los meses fríos. Además, esta combinación es conocida por ayudar a aliviar la tos y los síntomas de los resfriados.
En el contexto de la cocina, el jengibre y la miel se unen para crear glaseados, salsas y marinadas que no solo realzan el sabor de los alimentos, sino que también aportan nutrientes esenciales. En el caso del calabacín glaseado con miel y jengibre, esta combinación logra equilibrar los sabores dulces y especiados, creando un plato que es a la vez saludable y delicioso.
¿Cómo se toman la miel y el jengibre juntos?
Existen varias formas de consumir miel y jengibre juntos, dependiendo de tus preferencias y necesidades. A continuación, te presentamos algunas de las formas más comunes y beneficiosas de disfrutar esta combinación.
En infusiones
Una de las formas más populares de consumir jengibre y miel es en forma de infusión. Para preparar un té de jengibre con miel, simplemente rallas un trozo de jengibre fresco, lo dejas hervir en agua durante unos minutos y, al final, añades una cucharada de miel para endulzar. Esta bebida no solo es reconfortante, sino que también ayuda a calmar la tos y a descongestionar las vías respiratorias.
En salsas y glaseados
El jengibre y la miel también se pueden combinar para crear salsas y glaseados que acompañen platos como pescados, carnes o, como en este caso, calabacines. La textura espesa de la miel y el sabor picante del jengibre crean una mezcla perfecta para realzar los sabores de las verduras y los alimentos en general.
En postres y repostería
Aunque el jengibre es conocido por su sabor especiado, también se puede utilizar en postres y productos de repostería. Por ejemplo, puedes añadir ralladura de jengibre a tus galletas o tartas, y endulzarlas con miel para crear un contraste de sabores único y delicioso.
En batidos y smoothies
Otra forma de disfrutar de la combinación de jengibre y miel es añadiéndolos a tus batidos y smoothies. Un batido de plátano, espinacas, jengibre rallado y miel es una excelente manera de comenzar el día con energía y nutrientes.
¿Cómo hacer miel con jengibre?
Si quieres disfrutar de los beneficios del jengibre y la miel de manera más intensiva, puedes preparar en casa tu propia miel infusionada con jengibre. Este proceso es sencillo y requiere solo unos pocos ingredientes.
Ingredientes necesarios:
- 1 taza de miel pura
- 100 gramos de jengibre fresco
- Un frasco de vidrio con tapa
Instrucciones:
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Preparar el jengibre: Lava bien el jengibre fresco y sécalo con papel toalla. Luego, pélalo y rállo fino o córtalo en rodajas delgadas, dependiendo de cómo prefieras que quede en la miel.
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Infusionar la miel: Coloca las rodajas o el jengibre rallado en el frasco de vidrio y cúbrelo con la miel. Asegúrate de que todo el jengibre quede bien cubierto por la miel para que se infusione correctamente.
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Dejar reposar: Tapa el frasco y déjalo reposar en un lugar fresco y seco durante al menos 48 horas. Cuanto más tiempo repose, más intensidad tendrá el sabor del jengibre en la miel.
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Listo para usar: Una vez que la miel esté infusionada, puedes usarla para preparar glaseados, como el del calabacín glaseado con miel y jengibre, o como edulcorante en tus recetas favoritas.
Usos de la miel con jengibre
- Glaseados: La miel infusionada con jengibre es perfecta para glasear verduras, carnes o pescados.
- Té: Añade una cucharada de esta miel a tu té caliente para disfrutar de sus beneficios en una bebida reconfortante.
- Postres: Úsala como relleno para galletas o como topping para helados y yogures.
Ahora que hemos explorado los beneficios y usos del jengibre y la miel, es hora de sumergirnos en la receta principal de este artículo: el calabacín glaseado con miel y jengibre. A continuación, te presentamos una guía detallada para preparar este plato delicioso y saludable.
Receta de calabacín glaseado con miel y jengibre
Ingredientes:
- 2 calabacines grandes
- 1⁄2 taza de miel pura
- 2 cucharadas de jengibre fresco rallado
- 2 cucharadas de vinagre balsámico
- 1 cucharada de aceite de oliva
- 1 cucharadita de mostaza de Dijon
- Sal al gusto
- Pimienta negra recién molida
- Perejil fresco picado (opcional, para decorar)
Instrucciones:
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Preparar los calabacines: Lava los calabacines bajo agua fría, sécalos con papel toalla y córtalos en rodajas o tiras, dependiendo de la textura que prefieras. Si los cortas en rodajas finas, cocinarán más rápido y tendrán un glaseado más intenso.
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Preparar el glaseado: En un tazón pequeño, mezcla la miel, el jengibre rallado, el vinagre balsámico, el aceite de oliva, la mostaza de Dijon, la sal y la pimienta negra. Revuelve hasta obtener una mezcla homogénea. Si la mezcla te parece muy espesa, puedes añadir un poco de agua tibia para aligerarla.
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Cocinar los calabacines: Calienta una sartén grande a fuego medio y añade las rodajas de calabacín. Cocínalos por unos minutos por cada lado, hasta que estén tiernos y ligeramente dorados. Si prefieres un método más saludable, también puedes hornearlos en el horno precalentado a 180°C durante unos 20 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción.
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Aplicar el glaseado: Una vez que los calabacines estén cocidos, vierte el glaseado sobre ellos y mezcla bien para que se impregnen uniformemente. Si estás usando la sartén, cocina durante unos minutos más para que el glaseado se caramelice y se adhiera bien a los calabacines.
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Servir: Retira los calabacines de la sartén o del horno, espolvorea con perejil fresco picado si lo deseas, y sírvelos caliente como guarnición o como plato principal acompañado de arroz, quinoa o una ensalada fresca.
Variaciones y consejos
- Añade un toque cítrico: Incorpora un chorrito de jugo de limón fresco al glaseado para darle un toque ácido que contraste con la dulzura de la miel.
- Espesar el glaseado: Si prefieres un glaseado más espeso, puedes añadir una cucharada de maicena o almidón de maíz disuelto en un poco de agua fría antes de cocinarlo.
- Incorpora especias: Puedes añadir un poco de canela, nuez moscada o pimienta de Cayena al glaseado para darle un toque extra de sabor.
- Usa calabacines baby: Los calabacines baby son ideales para esta receta, ya que son más tiernos y tienen una textura más suave.
Beneficios nutricionales del calabacín glaseado con miel y jengibre
Este plato no solo es delicioso, sino que también es una excelente opción para mantener una dieta equilibrada y saludable. A continuación, te presentamos algunos de los beneficios nutricionales de sus ingredientes principales:
- Calabacín: Rico en vitaminas A y C, potasio y fibra, el calabacín es una excelente fuente de nutrientes esenciales. Además, es bajo en calorías y rico en agua, lo que lo hace ideal para dietas de pérdida de peso.
- Miel: Aunque contiene azúcares naturales, la miel es una excelente fuente de antioxidantes y minerales como el calcio y el hierro. Además, su textura espesa la hace ideal para cocinar glaseados y salsas sin necesidad de azúcares refinados.
- Jengibre: Como se mencionó anteriormente, el jengibre tiene propiedades antiinflamatorias y digestivas, lo que lo hace ideal para acompañar comidas ricas o pesadas.
Conclusión
El calabacín glaseado con miel y jengibre es una receta que combina sabores, texturas y nutrientes de manera excepcional. Su preparación es sencilla y permite numerosas variaciones, lo que la hace accesible para todos los gustos y necesidades. Además, los ingredientes utilizados no solo aportan beneficios para la salud, sino que también crean un plato que es a la vez delicioso y visualmente atractivo.
Si eres amante de las verduras, las especias o simplemente buscas incorporar más opciones saludables en tu dieta, esta receta es una excelente opción para empezar. ¡Así que no dudes en probarla y disfrutar de la magia que ocurre cuando el jengibre y la miel se unen en la cocina!

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