Receta de Alfajores Santiagueños: Auténtica Tradición Argentina Paso a Paso
¿Cuál es la diferencia entre un rogel y un alfajor santiagueño?
Ingredientes y preparación
El rogel se elabora con capas superpuestas de masa crujiente tipo hojaldre, untadas generosamente con dulce de leche, y se corona con un merengue italiano o suizo. En cambio, el alfajor santiagueño tradicional posee dos tapas de masa más densa y esponjosa, rellenas de dulce de leche, y suele bañarse en chocolate o espolvorearse con azúcar impalpable.
Textura y presentación
- Rogel: Capas finas y crujientes, con altura notable por la acumulación de hasta 8-10 discos de masa. El merengue aporta una cobertura suave y brillante.
- Alfajor santiagueño: Estructura compacta, con tapas gruesas pero blandas. Su versión clásica se sumerge en chocolate, dándole un acabado liso y uniforme.
Origen y tradición
Mientras el alfajor santiagueño es una herencia directa de la provincia de Santiago del Estero —considerada la cuna del alfajor argentino—, el rogel tiene raíces más asociadas a la región pampeana y porteña. El primero suele vincularse a festividades locales y rituales familiares, mientras el rogel es un postre habitual en reposterías urbanas.
Otro punto clave es el tamaño: el alfajor santiagueño tiende a ser individual (5-7 cm de diámetro), mientras el rogel suele servirse en porciones triangulares, partiendo de una torta grande de hasta 25 cm.
¿Cuántos alfajores salen de un kilo de harina?
La cantidad de alfajores que se obtienen de un kilo de harina depende del tamaño y grosor de las tapas. En recetas estándar, con un kilo de harina (usado como ingrediente principal de la masa), suelen salir entre 40 y 60 alfajores medianos. Esto varía si se prefieren porciones más pequeñas o delgadas, o si se mezcla la harina con otros componentes como maicena o fécula.
Factores que influyen en el rendimiento
- Tamaño de las tapas: Utilizar cortadores de 5 cm de diámetro rinde cerca de 50 alfajores, mientras que cortadores de 7 cm reducen la cantidad a 30-35.
- Espesor de la masa: Amasar capas muy finas (3-4 mm) aumenta el número, pero puede afectar la textura.
- Otros ingredientes secos: Si la receta incluye maicena o cacao, el peso total de “harinas” se reparte entre ellos.
Ejemplo práctico con una receta básica
Suponiendo una mezcla clásica de 500 g de harina, 200 g de mantequilla y 100 g de azúcar, se logran aproximadamente 25-30 alfajores. Al duplicar la harina a 1 kg, manteniendo proporciones, el resultado oscila entre 50 y 60 unidades. Para mayor precisión, calcula 15-20 g de harina por alfajor, según su tamaño final.
No olvides que el relleno (dulce de leche, chocolate, etc.) y el proceso de armado también determinan el rendimiento final. Ajusta las medidas según el tipo de alfajor que desees: más pequeños para eventos o grandes para consumo individual.
¿Cuál es la materia prima de los alfajores?
Los alfajores son un dulce tradicional cuya esencia radica en la calidad de sus ingredientes básicos. La masa, que forma las capas exteriores, se elabora principalmente con harina de trigo, mantequilla o manteca, azúcar y huevos. En algunas recetas, se añaden ingredientes como almidón de maíz o esencias (vainilla, limón) para dar mayor textura o aroma.
El relleno: el alma del alfajor
El componente central de los alfajores es el dulce de leche, una mezcla espesa de leche y azúcar caramelizada. En versiones modernas, también se usa mermelada de frutas (fresa, durazno) o chocolate fundido. La elección del relleno define el perfil de sabor: los clásicos mantienen el dulce de leche artesanal, mientras que otras variantes innovan con ingredientes como coco rallado o frutos secos triturados.
Coberturas y acabados
Para el exterior, los alfajores suelen cubrirse con azúcar glas, chocolate templado o coco deshidratado. En regiones como América del Sur, es común bañarlos en merengue italiano o glaseado de limón. Algunas recetas incluyen decoraciones como virutas de colores o trozos de nuez, que aportan un toque visual y textural.
Los ingredientes varían según la tradición local. Por ejemplo:
- Argentina y Uruguay: predominan el dulce de leche y el coco.
- España: se usa más la almendra y la miel.
- Perú y Chile: incorporan harina de maíz o manjar blanco.
La materia prima debe ser fresca y de calidad, ya que cada capa influye en el sabor final.
¿Cómo les dicen los españoles a los alfajores?
En España, los alfajores suelen llamarse por su nombre original, aunque con matices regionales. A diferencia de países latinoamericanos, donde este dulce es muy popular, en algunas zonas de la península el término puede resultar menos familiar. Sin embargo, en regiones con tradición repostera arraigada, como Andalucía, es común escuchar palabras como «dulces de almendra» o «masas rellenas» para referirse a variantes locales similares.
Alfajores vs. denominaciones regionales
Aunque el nombre «alfajor» se mantiene en panaderías y comercios especializados, existen preparaciones que los españoles asocian más con postres tradicionales. Por ejemplo, en Cataluña podrían relacionarlos con «neules» (obleas finas) o «carquinyolis» (dulces crujientes de almendra), dependiendo de la textura y los ingredientes.
En supermercados y tiendas gourmet, es frecuente encontrar etiquetas que especifican «alfajor argentino», «alfajor uruguayo» o «alfajor andaluz» para diferenciar su origen. Esto refleja la adaptación del producto a los gustos locales: los españoles suelen asociarlos con una capa extra de chocolate o un relleno de membrillo en lugar de dulce de leche.
Marcas y variedades populares en España
- Alfajores Medina: una de las marcas históricas andaluzas, con receta de miel y almendra.
- Alajú: típico de Cuenca, mezcla almendras, miel y pan rallado, envuelto en oblea.
- Alfajores de La Despensa de Palacio: versión moderna con ingredientes premium, como chocolate negro y sal marina.
