Receta de Leche asada chilena

Receta de Leche Asada Chilena Tradicional: Postre Fácil y Paso a Paso

Receta Auténtica de Leche Asada Chilena: Un Postre Tradicional Fácil de Preparar

Ingredientes Tradicionales para una Leche Asada Auténtica

La leche asada chilena se caracteriza por su simplicidad y sabor a canela y vainilla. Para 6 porciones, necesitarás: 1 litro de leche entera, 4 huevos, 1 taza de azúcar granulada, 1 cucharadita de esencia de vainilla y 1 ramita de canela o canela en polvo. Opcional: azúcar para caramelizar el molde.

Preparación Paso a Paso de la Leche Asada Chilena

  1. Precalienta el horno a 170°C y prepara un molde resistente al calor.
  2. Mezcla en una olla la leche, la canela y la vainilla. Calienta a fuego medio sin hervir.
  3. Bate los huevos con el azúcar hasta integrar. Vierte la leche tibia sobre la mezcla, colando para retirar la canela.
  4. Carameliza el molde con azúcar (opcional), vierte la preparación y hornea a baño María por 50-60 minutos.

Tips para una Textura Perfecta y Presentación

La clave está en el baño María: asegura que el agua llegue hasta la mitad del molde para cocción uniforme. Retira del horno cuando esté firme por los bordes y tiemble levemente al centro. Enfría en la nevera por 3 horas y desmolda con cuidado. Sirve con canela espolvoreada o un coulis de frutos rojos para contrastar su dulzor.

Ingredientes para la Leche Asada Chilena: Cantidades Exactas y Alternativas

Ingredientes tradicionales y cantidades exactas

Para preparar una auténtica Leche Asada Chilena, necesitarás:

  • 1 litro de leche entera (ideal para una textura cremosa).
  • 200 gramos de azúcar granulada (equivalente a 1 taza).
  • 6 huevos grandes (aproximadamente 300 gramos).
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla (10 ml) o vainilla en pasta.

Alternativas comunes para adaptar la receta

Si buscas variantes por restricciones dietéticas o preferencias:

  • Leche sin lactosa o vegetal (almendra, coco): mantén la proporción de 1 litro, pero la textura puede variar ligeramente.
  • Endulzantes alternativos: sustituye el azúcar por 150 ml de miel, 200 gramos de azúcar de coco o edulcorantes líquidos aptos para horno.
  • Vegano: reemplaza los huevos por una mezcla de 3 cucharadas de harina de garbanzo + ½ taza de agua y usa leche vegetal.

Precisiones para un resultado perfecto

El equilibrio entre líquidos y huevos es clave: si reduces la cantidad de azúcar, añade 1 cucharada de maicena para evitar que quede quebradiza. Para un toque cítrico, sustituye la vainilla por ralladura de limón o naranja (2 cucharaditas). En versiones veganas, cubre el molde con papel manteca para facilitar el desmoldado.

Cómo Hacer Leche Asada Chilena Paso a Paso: Secretos para una Textura Perfecta

Ingredientes Clave y Preparación Inicial

Para lograr la auténtica leche asada chilena, necesitarás: 1 litro de leche entera, 5 huevos frescos, 1 taza de azúcar granulada y 1 cucharadita de esencia de vainilla. El secreto inicial está en mezclar los huevos y el azúcar hasta obtener una crema pálida y homogénea, lo que garantiza una textura suave sin grumos.

Proceso de Cocción al Horno

  1. Precalienta el horno a 180°C y prepara moldes individuales con una base de caramelo líquido (azúcar derretida a fuego medio).
  2. Vierte la mezcla de leche, huevos y vainilla en los moldes, y cocínalos a baño María durante 45-50 minutos. Este método evita que se cuaje demasiado rápido.


Secretos para una Textura Cremosa y Sin Burujas

La temperatura de la leche es crucial: debe estar tibia al incorporarla a los huevos para evitar que se cocinen parcialmente. Además, tamiza la mezcla antes de hornear y retira con una cuchara las burbujas superficiales. Esto asegura un postre liso y sedoso.

Enfriado y Desmoldado Perfecto

Deja reposar la leche asada a temperatura ambiente por 15 minutos, luego refrigérala mínimo 2 horas. Para desmoldar, introduce un cuchillo delgado alrededor del borde y gira con cuidado. El caramelo líquido actuará como salsa natural al servir.

Consejos y Errores Comunes al Preparar Leche Asada Chilena: ¡Evita que se Corte!

Claves para una textura suave y homogénea

El principal error que causa que la leche asada se corte es el choque térmico al mezclar los huevos con la leche caliente. Para evitarlo, templa los huevos: incorpora la leche tibia (no hirviendo) poco a poco sobre los huevos batidos, revolviendo en forma constante. Usa temperaturas moderadas al hornear (160-170°C) y siempre en baño María, ya que el calor indirecto cocina la mezcla sin sobreexponerla.

Errores frecuentes que debes evitar

  • Hervir la leche: Si la leche supera los 85°C, al mezclarla con los huevos, estos comenzarán a cuajarse de inmediato.
  • Hornear sin control: Un horno demasiado caliente o sin baño María generará burbujas y grietas, arruinando la textura cremosa.
  • No colar la mezcla: Pasar la preparación por un colador fino elimina grumos de huevo mal integrado, previniendo cortes.

Técnicas adicionales para éxito asegurado

Además de controlar las temperaturas, evita mezclar en exceso después de agregar la leche, ya que incorporar aire crea burbujas que afectan la estructura. Usa moldes de vidrio o cerámica, que distribuyen mejor el calor. Si la superficie empieza a dorarse rápido, cubre el molde con papel aluminio, pero nunca presiones el preparado mientras se enfría: los cambios bruscos también provocan cortes.

Origen de la Leche Asada Chilena y Variaciones Modernas del Postre

El origen de la leche asada chilena se remonta a la época colonial, donde la fusión de ingredientes europeos y técnicas locales dio vida a este postre sencillo pero emblemático. Su base de leche, huevos, azúcar y vainilla refleja la influencia española, pero su preparación en horno —logrando una textura cremosa con capa caramelizada— lo adaptó al gusto chileno. Históricamente, se asociaba a celebraciones familiares o religiosas, aprovechando recursos accesibles en zonas rurales y urbanas.

La receta tradicional: sencillez que perdura

La preparación clásica sigue un método minimalista:

  • Cocción lenta en moldes de greda u olla de barro para una caramelización uniforme.
  • Reposo en refrigeración para consolidar su textura.
  • Uso de vainilla o canela como únicos aromatizantes.

Este enfoque resalta la esencia del postre, manteniéndolo como un ícono de la repostería casera.

Innovaciones contemporáneas: desde lo gourmet a lo vegano

Las variaciones modernas incorporan ingredientes globales y adaptaciones dietéticas:

  • Leche asada de café o cítricos (limón, naranja) para perfiles intensos.
  • Versiones con leche vegetal (coco, almendra) y endulzantes como miel o panela.
  • Toppings creativos: merengue quemado, frutos secos crocantes o reducciones de fruta.

Además, chefs chilenos experimentan con técnicas como el sous-vide para lograr texturas aún más sedosas.

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Reinterpretaciones en la presentación

La estética también ha evolucionado: se sirve en tarros de vidrio, con capas de coulis de berries o trozos de dulce de leche. Algunos restaurantes la incluyen en menús de fusón chileno-asiática, acompañada de té matcha o jengibre confitado. Sin embargo, la esencia del postre —su balance entre lo dulce y lo terroso— sigue siendo el eje central.